lunes, 26 de enero de 2015

ENTREGA DE PREMIOS CONCURSO DE CUENTOS INFANCIA MISIONERA

El Hospital San Rafael de Madrid acogió el sábado por la mañana la entrega de premios del Concurso de Cuentos de Infancia Misionera, patrocinado por la editorial PPC.
Cuatro niños de Orense, Vitoria, Zamora y Valencia fueron los premiados a nivel  nacional por haber expresado mejor el lema de la Jornada de este año “Yo soy uno de ellos”. El acto contó con las actuaciones de un cuentacuentos africano y del Coro del Colegio Nuestra Señora de las Delicias de Madrid. Carmelo Gálvez Alvariño, ganador del concurso, interpretó su cuento, que habla de los misioneros a ritmo de rap.
Niños premiados con el director de OMP
El acto, moderado por Montserrat Vilaseca, directora de la revista Gesto; contó con la intervención de Boni Ofogo, cuentacuentos camerunés, que recitó el cuento de Adrian Fernandez Ucero, uno de los relatos finalistas y amenizó a todos los niños con un cuento tradicional africano. A continuación, se entregaron los premios de la mano de Anastasio Gil, José Beltrán –director de la revista Vida Nueva-, Alberto Cisneros –misionero en Nicaragua-, y Rafael Santos Barba -representante del Jurado-. El coro del colegio de Nuestra Señora de las Delicias cerró el acto con la interpretación de tres obras: Vuela vuela; Corazón de María y Alma misionera.
“Los niños ganadores representan a todos los niños de Infancia Misionera”, ha afirmado Anastasio Gil al clausurar el acto.  “En Carmelo, Andrea, Adrián y Carmen están presentes todos los niños que se sienten misioneros”.

En Toro, el tercer premio se ha recibido con una alegría especial. Su autor, Adrián Fernández Ucero, de 3º de Primaria del Colegio Amor de Dios, tuvo un accidente en noviembre, y ha estado en silla de ruedas hasta hace poco. Durante el tiempo en el que tuvo que guardar cama, sus compañeros del colegio le hablaron del concurso de cuentos, y el pequeño trabajó con mucho esfuerzo para expresar bien el espíritu de Infancia Misionera, con la ayuda de la revista Gesto. “He pensado cómo sería si en mi clase hubiera un niño recién llegado de otro país y yo tuviera que ayudarle. Hay que mirar a todos los hombres con ojos de hermano”, explica. Su madre, Natalia Ucero, agradece el reconocimiento, y afirma que este concurso le ha dado a su hijo una motivación para seguir luchando.