martes, 12 de febrero de 2019

Los donativos de Infancia Misionera ayudan a la guardería de Ksar el Kebir


Hace más de 30 año que las Hijas de la Caridad se embarcaron en la aventura de servir a los más pobres de la ciudad de Ksar el Kebir, en Marruecos. Conchi Villarino, misionera zamorana de la congregación, nos acerca a través de estas líneas su realidad diaria.

En El Kebir llevamos a cabo tareas de alfabetización de la mujer, que se complementan  con aprendizaje de costura, punto y crochet, un comedor y biblioteca escolar y el dispensario donde se atendían a tantísimos enfermos. Completamos nuestros servicios con una pequeña guardería de 3 a 6 años que aunque empezó teniendo pocos niños, actualmente se matriculan 90 alumnos y alumnas siempre de familias muy humildes.
¿Cómo conseguimos sacar la labora delante? Formando muy bien a nuestros trabajadores para aplicar las técnicas didácticas apropiadas para que los alumnos estén bien motivados y aprendan con facilidad. Nos hemos valido durante mucho tiempo de material pedagógico de España, adaptándolo al país y actualmente ya existen libros de texto  en Marruecos. No hace falta decir que todos está en árabe y que el Islam empapa todos los materiales que utilizan. Está prohibido el proselitismo y aunque no podemos evangelizar, si les inculcamos muchísimos valores como la solidaridad, el perdón, la gratitud, la alegría, la verdad… y tanos otros que no se prodigan mucho por aquí.
El día a día en la guardería es el siguiente: llagan sobre las 9h se ponen los babis, desayunan leche con cacao y pan con mantequilla o mermelada. Después trabajan sus fichas y sus libros, luego pueden tener asamblea para el tema de la semana o juegos asociativos propios de su edad en preescolar. Una vez a la semana viene un profesor de música voluntario y están una hora aprendiendo canciones propias de su edad en árabe, francés y a veces en español, explicándoles antes lo que cantan.  También tienen clase de informática en la que resuelven juegos de asociación, seriación, colores, francés, árabe… y a manejar muy bien el ratón aunque sea jugando.
A las 11:30h tienen recreo y a las 12h van al comedor en el que el menú puede ser: arroz, legumbres, fideos, pollo, huevos, atún en lata, pan.. y de poste mandarinas y naranjas que se cultivan en la huerta o alguna vez manzanas. Después duermen una buena siesta hasta las 14:15h que continúan el estudio hasta las 16:30h que se les da la merienda: pan con chocolate, mermelada, mantequilla o algún dulce.
Cuando hay fiesta religiosa, a veces hacemos fiesta en la guardería y vienen vestidos con sus trajes tradicionales todos muy guapetones. Gracias al proyecto “Un juegue, una ilusión” de RTVE podemos darles un juguete un par de veces al año y se ponen locos de contentos.
Después de estar tres años con nosotros salen bien preparados para comenzar la escolaridad obligatoria y muchos vuelven a casa a contarnos como les va y a decirnos las buenas notas que están teniendo.  Algunos de ellos continúan después con nosotros en el comedor o en la biblioteca escolar. Los padres siempre están muy agradecidos por lo que hacemos por ellos. Solemos siempre visitar sus casas para conocer de cerca la situación en la que se encuentran. Este gesto con ellos les da mucha alegría, porque nadie va a visitarlos nunca.
¿Cómo conseguimos económicamente mantener todo esto? Gracias a los donativos generosos de particulares y a algunas instituciones como las Obras Misionales Pontificias a través de Infancia Misionera, a Radio Televisión Española, a Cáritas Barcelona y nuestra propia congregación de las Hijas de la Caridad. Unas veces tenemos más fondos que otras. Estiramos el dinero bien todo lo que podemos, para poder llegar a todo, aunque nunca hay suficiente para atenderlos como a nosotros nos gustaría y ellos necesitarían. También nos ayudan con donativos en especie: leche en polvo y chocolate que nos da una fábrica de Ceuta y arroz una fábrica española en Marruecos.
Somos las únicas cristianas en la ciudad pero nos respetan mucho y valoran más la ayuda que prestamos a tantas necesidades de la ciudad y desde hace tantísimos años.  Actualmente tiene muchos más servicios de promoción de la mujer, atención a bebes malnutridos y lo demás arriba señalado pero  con mucha más extensión.: “la mies es mucha y los obreros pocos” ya lo decía el Señor.
Fuente: Conchi Villarino