miércoles, 16 de enero de 2013

TESTIMONIO DE UN SEMBRADOR DE ESTRELLAS


Calle Santa Clara

“Aquél sábado en Zamora en que fuimos cantando por las calles para alimentar el espíritu navideño del compartir, yo me sentí alegre, misionera. Me llena por dentro saber que con un gesto tan pequeño se pueden hacer tan grandes cosas: miles de sonrisas por la calle, ilusión en las miradas de la gente y en nuestros movimientos, alegría a rebosar entre quienes fuimos… Ver a tanta gente con o sin prisa; mayor o joven; hombres o mujeres, con una estrella en el pecho, con espíritu navideño, es una satisfacción enorme cuando sabes que has contribuido en ello. Quizá alguno fuese a estar solo esas navidades, y así se sintió más acompañado. Sea como fuere, el simple hecho de haber participado en ello es para mí un regalo.”

“Cuando estábamos todos reunidos cantando yo sentí como un rayo de luz en medio de este mundo oscuro, sentí la presencia de Dios en mí, además notaba que él estaba feliz y disfrutaba viéndonos cantar, y yo me alegraba con él. Después de la celebración de envío  experimenté la sensación de unidad como un grupo. Más tarde, cuando fuimos colocando las estrellas y acompañando a las personas mayores de la residencia del Amor de Dios, entonces sentí que estábamos siguiendo su camino acompañado de una sensación de satisfacción personal, cuando terminamos me sentí orgulloso de haber aprovechado esa mañana sintiendo mi fe y a Jesús dentro de mí.”
(Alumnos 2º E.S.O Colegio Sagrado Corazón de Jesús- Amor de Dios)