lunes, 2 de febrero de 2015

ADRIÁN FERNANDEZ UCERO NOS CUENTA SU EXPERIENCIA EN MADRID

Ya a la vuelta de Madrid y una vez reposadas todas las emociones, nuestro premiado Adrián Fernandez Ucero, nos cuenta su experiencia.

Me llamo Adrián, alumno de 3º de Educación Primaria del Colegio Amor de Dios de Toro.
Esta historia comenzó en el mes de Noviembre cuando tuve un pequeño accidente que me hizo quedar en cama ocho días sin ir al cole. Todos los días esperaba impaciente la nota que mi amiga María me traía con los deberes. En esa lista un día aparecía un encargo de la clase de religión: Tenemos que hacer un cuento con el tema “Yo soy uno de ellos”. La verdad es que no entendí nada.

Me trajeron la revista Gesto y el decálogo del Niño Misionero y empecé a darle vueltas a mi idea. ¿Cómo podía ser yo un misionero?

Y así imaginé a un niño africano que venía a Toro, ya que yo soy un niño y es difícil que pueda ir a África.. Quise representar la vida que llevan muchos niños allí trabajando desde pequeños y sin tantas comodidades como nosotros, pero en nuestro pueblo.

 El resto del cuento fue más fácil porque en este tiempo estábamos preparando la obra de la Navidad en el cole y todos soñábamos con las fiestas, los regalos… En todas estas cosas no pueden soñar niños como Abdou, mi protagonista.

A la semana siguiente cuando fui a clase, llevé mi cuento y lo entregué. Era un trabajo más para la nota de Religión. El día antes de las vacaciones de Navidad, Sor Pilar nos comunicó en clase que Natalia y yo habíamos sido finalistas provinciales y que pasábamos a la fase nacional.

¡Qué alegría me llevé!, ¡Éramos de la misma clase y habíamos sido seleccionados!. Y empezaron las vacaciones de Navidad.

A la vuelta, unos días después, me comunicaron que había sido premiado con una Mención Especial en la fase Nacional. ¡Qué ilusión!, ¡No me lo podía creer! Aunque todavía estaba con mis muletas, no me impidió ir el sábado 24 de Enero a Madrid a recoger el premio.

 Madrugamos un poco y como en una excursión, nos recogieron en Toro, y junto con mis padres, Sor Pilar y la secretaria de Misiones de Zamora emprendimos el viaje.

Llegamos al Auditorio del Hospital infantil San Juan de Dios. Nos recibió Montserrat Vilaseca, directora de la revista Gesto y nos presentó a D. Anastasio Gil, director de OMP.
-          ¡Eres Adrián!- me dijo. Me quedé alucinado porque me reconocía la gente. Allí conocí a los otros niños ganadores y enseguida empezó el acto.

Sentí mucha emoción cuando Boni Ofogo (el cuentacuentos de Camerún) representó mi cuento. Después me entregaron un gran diploma y un e-book.


Cuando dijeron mi nombre sentí mucho orgullo y mucho más al entregármelo un verdadero misionero que venía de Guatemala. El final del acto lo puso un coro de niños del Colegio de las Delicias de Madrid que cantaron muy bien.Un día que recordaré toda la vida, gracias al Colegio que nos convocó para el concurso, gracias a la Delegación de Misiones de Zamora y a Obras Misionales Pontificias, por su cariño y por lo bien que nos trataron.